Bizcocho de piña y coco (con las dos versiones habituales).

Antes de nada, quiero agradeceros las muestras de cariño que me habéis dedicado. No solamente a través de los comentarios en la entrada anterior, sino también por correo electrónico, teléfono, en Facebook, por mensajes privados...  Me habéis emocionado, y no podéis imaginar cuánto ayuda vuestro apoyo en estos momentos tan difíciles.
Un beso y un abrazo enorme a todos.
Poco a poco, hay que ir retomando la vida normal, porque eso nos ayuda a recuperarnos mejor. Y por eso hoy he querido traeros este bizcocho tan jugoso y tan riquísimo, aunque todavía me siento un poco rara, y no escribo como lo hago habitualmente.
Me "enamoré" de este bizcochito desde el mismo día que lo vi en el blog de  María Dolores (que, si no lo conocéis, os lo recomiendo de todo corazón). Y, en cuanto localicé una mermelada de piña apta para diabéticos, lo preparé... con gran éxito de crítica y público.
Queda muy jugoso , y sabrosísimo. Eso sí: el coco, o se ama o se odia, es difícil que deje indiferente... así que, si no sois aficionados al coco, me temo que éste no es vuestro bizcocho; en el caso contrario, os encantará.
Como veis, he utilizado un coco rallado más grueso (es de la marca Vahiné, y se llama "Ti-Coco", o algo así), que "se nota" más en la miga del bizcocho. Si lo preferís, utilizad el coco finito, de toda la vida: de las dos formas está buenísimo.
Y paso a contaros la receta, con las dos versiones: con y sin azúcar (y con y sin Thermomix).

UN TRUCO PARA TODOS LOS BIZCOCHOS:

Para que se mantengan durante mucho tiempo jugosos, los desmoldaremos aún en caliente, en cuanto podamos hacerlo sin que se rompa, y los envolveremos en film transparente (aparte del papel de aluminio, en su caso).

Es un consejo que me dio una excelente cocinera, y desde entonces lo he seguido siempre. Funciona, os lo aseguro.

INGREDIENTES:
4 huevos
1 yogur natural o de piña
250 gramos de azúcar (2 medidas del vaso de yogur). Si utilizamos tagatosa, como yo, u otro edulcorante apto para hornear, pondremos 130 gramos.
125 gramos de coco rallado (3 medidas del vaso de yogur)
75 gramos de harina (1 vaso de yogur, colmado)
1 sobre de levadura química
3 cucharadas soperas (unos 125 gramos) de mermelada de piña
100 gramos de aceite de girasol (un vaso de yogur casi lleno)
Coco rallado y mermelada de piña para espolvorear, y mantequilla, pan rallado y harina para el molde.

PREPARACIÓN:
Precalentar el horno a 180º.
Engrasar el molde, enharinarlo, y espolvorearlo con pan rallado.
Ponemos los huevos y el azúcar o edulcorante en el vaso de la Thermomix (deben estar a temperatura ambiente). Colocamos la mariposa, y programamos 6 minutos a velocidad 3 y 1/2.
Agregamos el aceite y el yogur, y programamos un minuto, velocidad 3 y 1/2.
Ahora añadimos el coco y mezclamos durante unos segundos a velocidad 2.
Quitamos la mariposa, y agregamos la harina tamizada con la levadura, mezclando durante 6 segundos a velocidad 3. Por último, agregamos la mermelada de piña, y mezclamos durante 3 segundos a velocidad 3.
SIN THERMOMIX:  Batimos los huevos con el azúcar hasta que queden espumosos, de color blanquecino, y doblen su volumen. Entonces, agregamos el yogur y el aceite y batimos un poco más.
Añadimos el coco, mezclamos bien, agregamos la harina tamizada con la levadura, mezclamos con una espátula, y por último agregamos la mermelada.
Horneamos entre 30 y 40 minutos (aunque ya sabemos que cada horno es un mundo, y en unos casos bastará con 25 minutos y en otros necesitará hasta 45). Los 20 primeros minutos es conveniente que le pongamos calor sólo por abajo, y después ya le pondremos calor por arriba y por abajo.
Como siempre, lo pincharemos para ver si está cuajado.

Desmoldamos cuando esté templado, cubrimos con una capa de mermelada, y espolvoreamos con coco.

Que lo disfrutéis, y feliz fin de semana.