Sri Lanka (2ª parte)




Vamos con la segunda crónica del viaje a Sri Lanka (la primera parte la podéis leer si pincháis AQUÍ).
No estoy siguiendo un orden cronológico estricto, aunque, de hecho, la visita a Polonnaruwa...

... la estancia en la playa de Passikudah y la excursión al primero de los parques nacionales (el de Kaudulla), llegaron inmediatamente después de Sigiriya, de la que ya os hablé en la crónica anterior. Sin embargo, para unificar las referencias a los "safaris" a parques naturales, también comentaré aquí la visita a otro parque nacional, el de Yala, que no se encuentra en la misma zona, y que tuvo lugar después (así ya veis aquí todos los animales juntos y no os canso demasiado con tanto elefante, tanto jeep y tanta cosa igual, jajajaja).
Eso sí, seguiréis viendo budas (no queda otra, en un país de mayoría budista). Éste, en concreto, sentado en posición de meditación, pertenece al conjunto de cuatro Budas de Gal Vihara, en Polonnaruwa.  Observad la expresión de su cara, serena y concentrada.


Empezaremos nuestro recorrido con Polonnaruwa, una de las antiguas capitales del reino de Sri Lanka, que lo fue durante dos siglos: del siglo XI al XIII. Hoy sus ruinas son Patrimonio de la Humanidad.

Este edificio, o estructura, que veis aquí se llama Vatadage, y se cree que fue construido para albergar la reliquia del diente de Buda. Esta reliquia, muy venerada (como os podréis imaginar) por el pueblo de Sri Lanka, iba "trasladándose" según se cambiaba de capital, y ahora se encuentra (o eso dicen), en Kandy. Pero esa ciudad ya la veremos otro día.


El paseo por la zona de ruinas es muy agradable (especialmente, si no diluvia).


Los monos, como podéis observar, están por todas partes en Sri Lanka...

Los tíos corrían y saltaban por  los andamios como si estuvieran en un parque infantil de juegos, armando un gran estruendo con los tubos.


Aquí tenemos otra "stupa".

Este edificio se llama "Hatadage". Algunos dicen que es aquí donde estuvo la reliquia del diente de Buda.


Aquí me tenéis, posando de lado. Y es que no se debe posar dando la espalda a las estatuas de Buda para tomar fotos; de hecho, si algún guardián o monje te ve hacerlo, te llaman la atención, porque se considera una falta de respeto. (Mi careto es manifiestamente mejorable, pero con ese calor y esa humedad, y lo bien que sienta al estómago el "Malarone", qué se le va a hacer, jajajaja).


Incluso aunque se trate de templos en los que ya no se lleva a cabo ningún culto,o de imágenes deterioradas o decapitadas, como ésta del templo de Lankatilaka.

De hecho, aunque está en ruinas, para entrar hay que descalzarse (y da igual que haga calor y el suelo queme, o que esté cayendo o haya caído una tromba de agua y el suelo esté empapado, como fue nuestro caso). Por lo tanto, si hace sol, os recomiendo llevar calcetines, para no quemaros la planta de los pies. Si llueve, mejor entrar descalzos del todo... pero llevad, entonces, toallitas para limpiar y secar los pies.

Detalle de uno de los relieves del "Libro de Piedra" (Gal Pota).


Éste es el templo de Gal Vihara. Tiene cuatro enormes imágenes de Buda, talladas en la roca. La imagen tumbada representa a Buda alcanzando su segunda iluminación (justo en el momento de su muerte). Y la que está de pie, según algunos, es un discípulo de Buda que está a su lado en ese momento, y según otros es también una imagen de Buda.
La imagen tumbada es la más venerada por los peregrinos budistas.
Todas las imágenes tienen una impresionante expresión de serenidad.



No me termina de convencer demasiado esta manía que les ha entrado de "proteger" las estatuas de Buda (como ya vimos el otro día con el buda de Aukana) con esas estructuras-tejadillos metálicos. Creo que quitan gran parte del encanto al entorno del templo, y no sé si, realmente, serán muy efectivas (por lo visto, se han instalado recientemente). Pero, en fin, doctores tiene la Iglesia, o las autoridades arqueológicas de la zona...
No nos libramos de la lluvia en todo el día. A veces, caían buenos chaparrones, que obligan a sacar el paraguas hasta a los mismos monjes budistas.


Esa misma noche llegamos a la playa de Passikudah o Passekudah (de las dos maneras lo he visto escrito).

La playa es una preciosidad... pero, desgraciadamente, no pudimos apenas disfrutar de ella, salvo para dar algún corto paseo.
Dicen que el agua está calentita, que no cubre (quien quiera nadar, tiene que adentrarse bastante en el mar), que hay muchos corales, y que es una zona buena para el buceo.
Nada de eso se pudo comprobar: durante nuestra estancia en Passikudah tuvimos los peores días de agua de todo el viaje. Apenas hubo algunos ratos de tregua. Y lo malo es que, como te pille en una zona en la que no puedes resguardarte, en menos de 5 minutos te empapas hasta tal punto que parece que te hubieras caído al mar.


Son los riesgos de viajar a estos países al final de la época del monzón: si tarda más en pasar, o da sus últimos coletazos... pues toca aguantar agua, agua y más agua.


En cualquier caso, el hotel era una maravilla, un lugar para disfrutar del mar y de la tranquilidad, de los masajes ayurvédicos, y de la comida, que era estupenda. Eso sí, se habría agradecido un poquito de sol, jajaja.
La piscina resultaba incluso fría: llovía tanto, y con tanta fuerza, que el agua se renovaba constantemente, y no le daba tiempo a calentarse.


Hicimos una visita a la ciudad de Batticaloa, pero esa mañana no paró de diluviar prácticamente ni un segundo.


Visitamos la fortaleza, construida por los portugueses (de hecho, me recordaba mucho a las que hay en algunas ciudades portuguesas, o españolas que antes fueron portuguesas), pero que después fue controlada por los holandeses, en el siglo XVII.
Ahora, dentro de ella hay oficinas, como ésta...

En la que me metí a cotillear, puesto que tiene "algo" que ver con mi profesión, jajaja... eso sí, en España tenemos oficinas más modernas y se trabaja en mejores condiciones, para qué nos vamos a engañar.
Pero me resultó curioso. Y los empleados, muy amables... aunque creo que se quedaron un poco sorprendidos de nuestro interés por su oficina, jajaja.
La ciudad está junto a una laguna, y la intención inicial era dar un paseo por el casco antiguo y hacer una ruta en barquito por la laguna, hasta una isla... pero apenas pudimos ver nada, con tanta agua. El paseo se redujo a un rápido recorrido por la fortaleza y un desplazamiento en autobús hasta el faro, donde nos subimos a los barcos...


Este paseo en barco, con sol, o al menos, sin lluvia, habría resultado de lo más agradable. Sin embargo, apenas podíamos ver nada, y el agua calaba, a pesar de que los barcos están techados. Ya veis la que caía...

Vimos a algunos pescadores echando sus redes, cuando paramos en una islita de la laguna.

Fue una pena que lloviera tantísimo: la isla era un lugar muy agradable para pasear, ver aves, descansar... si hubiera acompañado el tiempo.

Y vamos con la sección "animal", o sea, con los safaris fotográficos por parques naturales. En la zona de Sigiriya visitamos el Parque de Kaudulla.
Por lo visto, el parque de Minneriya es más espectacular, pero en época monzónica se inunda con frecuencia, y por ello no pudimos visitarlo.
No obstante, y aunque los "jeeps" no eran precisamente un prodigio de comodidad y modernidad, pudimos disfrutar de un safari entretenido...

Y, como veis, vimos muchísimos elefantes, incluso algunos muy pequeñitos, a los que protegía toda la manada, poniéndose en círculo en torno a ellos cuando nos acercábamos demasiado para su gusto...

Más elefantes.

Y también nos encontramos con algunas manadas de búfalos. Una visita muy agradable.
Siguiendo con el "mundo animal", pero ya en otra zona de la isla, visitamos también el Parque Nacional de Yala. Y tengo que decir que, comparado con el anterior, me decepcionó (aunque los "jeeps" eran mejores y más modernos).
Me resultó demasiado masificado, demasiado "Safari Park" español: todo el recorrido estaba lleno de "jeeps". Elefantes había poquísimos, y los pocos que vimos, por lo visto, no tenían su mejor día, así que tuvimos que dar la vuelta y alejarnos.
Cada vez que parábamos en algún punto de interés, había un montón de coches, así que se tardaba mucho en volver a ponerse en marcha, y muchos animales se espantaban con tanto jaleo.
Por su parte, los conductores de los "jeeps", en general, iban absolutamente acelerados. No permitían disfrutar del paisaje, ni hacer fotos: parecía como si tuvieran un horario predeterminado muy rígido, y hubiera que cumplirlo a rajatabla.
De hecho, la vuelta al hotel, ya de noche, daba hasta miedo: no era apta para corazones débiles, jajaja Conducían a toda máquina, y en la carretera uno se encontraba todo tipo de obstáculos: manadas de búfalos, vacas amamantando a sus terneros; motos, bicicletas y remolques sin luces, puestos de comidas y bebidas al borde de la calzada, con los clientes comprando sin preocuparse del tráfico, peatones que cruzaban, adelantamientos salvajes...
No, no os recomiendo conducir en Sri Lanka, salvo que seáis auténticos (y valientes) profesionales... y, desde luego, de noche mejor evitar la carretera.


En cuanto a animales, vimos gamos, búfalos, jabalíes, ciervos...

...muchas aves (creo que éste es un abejaruco, pero mis conocimientos avícolas son limitados)

Pavos reales, también, había muchísimos. Y tucanes.
Dicen que en este parque hay leopardos, pero sospecho que de día, y con tal invasión de turistas, estarían bien escondidos, jajaja.
Los conductores de los jeeps no hablaban casi inglés, ni explicaban nada. En algunos de los coches se subían empleados del parque, no sabemos con qué fin, porque apenas pronunciaron algunas palabras.
Eso sí, el paisaje merece la pena. Pero sería de agradecer una mayor profesionalidad y menor masificación.
(He leído otros blogs, y la mayor parte de las opiniones coinciden con la mía, así que me temo que lo nuestro no fue un caso aislado).


Para dar por terminado el capítulo animal, os hablaré del orfanato de elefantes de Pinnawela, en la zona de Kandy.
No me cabe duda de que su labor será muy meritoria, al ocuparse de recoger a los elefantes que quedan huérfanos en la selva. Pero a mí, después de haber visto a los elefantes en libertad, me dio una impresión un poco triste, entre zoo y circo.
Aquí veis a los cuidadores dándoles el biberón... un poco en plan espectáculo circense.


Lo mejor de la visita fue, para mí, ver el baño de los elefantes en el río, desde el hotel donde comimos. Allí se acercaban algunos de ellos, y se los podía alimentar (por favor, fijaos en el elefante, y no en mi careto, que da un susto al miedo, jajajaja).


La comida del restaurante no era precisamente de las mejores que degustamos en Sri Lanka (mirad, por ejemplo, estos bizcochitos tan coloridos que ofrecían como postre, secos como la mojama, jajajaja).

Pero todo se compensaba con las magníficas vistas del río, y de los elefantes tomando su baño.


Con estos elefantes a remojo os dejo por hoy. Espero que os haya resultado entretenido.
Continuará...

Comentarios

  1. Que pasada de viaje, de crónica y de fotos. Chulísimo.

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  2. Que preciosidad de fotos, aunque te diré que mis favoritas son las de los elefantes jjajajajaja. El viaje sin duda alguna, para recordar toda la vida.

    Besines

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  3. Vaya viajazo que te has pegado, Marga!! La pena es que os lloviera tanto pues no luce lo mismo pero, bueno, supongo que ha sido una experiencia fantástica.
    Besos, guapa

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  4. Jo Marga, me encanta leerte, y que fotos, a pesar de la lluvia son preciosas!! que viaje de ensueño!!

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  5. Ahora que estoy dando una vuelta tranquilamente por los blogs, aunque no haya receta, no sabes cómo he disfrutado de tu recorrido.
    Desde la primera foto, qué preciosidad de los elefantes en la playa. Y en fin todas, pareces del National Geographic pero con más gracia jaja
    Espero que tengas más capítulos guardados porque no tengo ganas que termine.
    Y si, estás guapa, no me puedes convencer de lo contraio.
    Besotes.

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  6. Tus viajes son una maravilla y haces bien en recogerlo todo en fotos porque es para no olvidarlo.
    Un beso.

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  7. Qué viaje más mágico! Y estas fotos para viajar sin salir de casa!
    Besos,
    Palmira

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  8. Te confieso querida Marga que te admiro profundamente! Esos viajes no son para mi, es que el clima del trópico es algo que odio con toda mi alma, después de tantos años de haberlo tenido que sufrir, esto para mi es auténtica tortura. Besos

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  9. Unas fotos muy bonitas a pesar de la lluvia y seguro que a pesar de ello el viaje ha merecido la pena. En los recorridos turísticos siempre hay algo de "circo", es lo que mucha gente quiere ver.
    Besos.

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  10. Mi querida amiga, este si que es un viaje que no se puede olvidar, que maravilla de fotos nos has regalado, y que bien explicado todo cuanto has visto, bien merece la pena estar alli aunque sea con lluvia, o con calor no me lo pensaba, muchas gracias por enseñarnos este hermoso viaje. Mil besicios cielo

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  11. Marga guapa, que bonito viaje has hecho, nos lo estás explicando tan bien, que hasta yo tengo la impresión de haber estado allí, que no he estado por cierto, ¡ojalá!
    Bueno tu sigue contándonos cosas que al final, lo sentiremos como propio, ja, ja, ja...
    Besos y feliz semana.

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  12. Madre del amor hermoso para no variar me tienes muetaaaaaaaaaaaaaaa de envidiar con este viaje las fotos son preciosas asi que me imagino como seria poder vivirlo insitu pese a que os coincidiera con las lluvias y no pudierais disfrutar de esa preciosa playa asi como del resto por que ir con paraguas y lloviendo no es nada agradable por lo menos para mi lo odio jajaja.
    Muchas gracias por compartir esta parte de vuestro precioso viaje, es un placer leerte lo cuentas todo tan bien que me has transportado alli mientras te leia.
    Bicos mil wapisimaaaaaaa.

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  13. Me encantan tus crónicas viajeras! Y las fotos son preciosas. Muy lindos lugares. Fabuloso viaje!.
    Besos

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  14. ¡Qué envidia de viaje Marga! Unas fotos preciosas y una crónica que invita a soñar y dejarse llevar...

    ¡Besos mil!

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  15. Hola Marga. Segundo reportaje de tu viaje y si el primero me gustó mucho este segundo aún me ha gustado más. Lo que no me gusta es tanta lluvia jj. He pasado muchos días seguidos en el campo con lluvia y nieve y la verdad no es que sea muy agradable y más si es por la noche, pero hay que aguantar jj.
    Estás consiguiendo que conozca aunque sea a través de fotos una zona a la que estoy seguro no iré jj, no porque no me guste sino porque está muy lejos jj y el avión no es un medio de transporte que me llame mucho jj, guardo alguna mala experiencia.
    Unas fotos preciosas y un reportaje muy completo. A esperar los siguientes jj.
    Que tengas un estupendo fin de semana y que disfrutes del puente si lo coges jj.
    Un abrazo

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  16. Holaaa, menuda crónica viajera maja, que pasada de viaje! unas fotografías increíbles, me he reído un rato cuando he visto los bizcochitos secos como la mojama jajajjaaja, es que no eran como los nuestros. Me alegro mucho de que hayas disfrutado, un viaje de este calibre habría que hacerlo al menos una vez en la vida.
    Un besooo

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