Creo que ya he contado alguna vez por aquí que viví durante 17 años en Extremadura, cerca de la frontera portuguesa.
Solía pasar a Portugal prácticamente todas las semanas, y soy una auténtica enamorada de ese país y de su gastronomía.
En aquellos años (y ahora, siempre que vuelvo por allí) solía comer con frecuencia estas almejas. Es raro el bar, cervecería o restaurante que no las tiene.
Y son deliciosas, y sencillísimas de preparar.
La receta original, por supuesto, lleva cilantro. Pero, para los que (como algunos en casa) tienen manía al cilantro, siempre cabe la posibilidad de cocinarlas con perejil, aunque, lógicamente, cambia un poco el sabor. Pero, en ambos casos, están riquísimas.
Con esta receta os deseo a todos un feliz verano. Yo entraré por aquí, porque, como también sabéis los que me leéis, mis veranos suelen ser atípicos, pero básicamente voy a publicar alguna entradilla de viajes, que las tengo un poco atrasadas.
Y vamos con las almejas.
INGREDIENTES:
1 kg (aproximadamente) de almejas.
2-3 dientes de ajo pelados.
Un manojo de cilantro o de perejil.
Aceite de oliva virgen extra.
El zumo de 1/2 limón.
Sal y pimienta.
PREPARACIÓN.
Colocamos las almejas en un bol grande, desechando las que estén rotas o abiertas.
Añadimos un puñado de sal, las cubrimos con agua, y dejamos en remojo una hora.
Cambiamos el agua, y repetimos esta operación una o dos veces.
Las sacamos con cuidado, y las aclaramos muy bien con agua fría. Las reservamos.
Laminamos los dientes de ajo. Picamos las hojas de cilantro o perejil.
Echamos un chorreón de aceite en una cazuela o sartén honda, y lo calentamos a fuego medio. Salteamos el ajo, hasta que empiece a desprender el olor del sofrito y a tomar un poco de color dorado.
Añadimos las almejas, y aproximadamente una cucharada de cilantro/perejil. Subimos el fuego a medio-fuerte, removemos con cuidado, tapamos la sartén o cazuela, y las cocinamos durante unos 4 minutos, hasta que se vayan abriendo, y el líquido que sueltan esté en ebullición.
Entonces, las sacamos con cuidado con una espumadera, las ponemos en una fuente de servir o cazuela de barro, y retiramos las que no se hayan abierto.
Añadimos al líquido de la cazuela el zumo del medio limón, la tapamos, y cocinamos a fuego medio-bajo durante unos 3-4 minutos.
Salpimentamos las almejas, les añadimos la salsa de la cazuela, y un chorro de aceite de oliva.
Servimos inmediatamente, añadiendo algo más de cilantro o perejil si se quiere.
¡Y a disfrutar!.
¡Feliz verano!
Hola Marga, soy de las que cambiaré el cilantro por perejil, por lo demás, estoy de acuerdo en que estas almejas están buenisimas.
ResponderEliminarTe deseo un buen verano.
Un beso.
Ay qué ricas Marga!!! A mi me encanta el cilantro pero en casa mi marido no puede con él y aquí en Canarias se usa muchísimo y yo castigada!!!
ResponderEliminarBesitos fuertes
Yo me quedaría con la auténtica...el cilantro me gusta😉 solo hace falta un buen trozo de pan🤭besinos wapa
ResponderEliminarPues bien sencillas de hacer Marga, y riquísimas, de eso no hay duda, con perejil o con cilantro
ResponderEliminarYo tampoco soy mucho de cilantro, pero ¡caramba!, a esta receta no me resisto con o sin esa hierba. No se por que parte de Extremadura estabas pero yo desde Barcarrota iba a comer al restaurante "El Cristo", mmm qué recuerdos... Un beso
ResponderEliminarMarga, también me gusta mucho la gastronomía portuguesa. Estas almejas tienen que estar para chuparse los dedos, y también le pondría perejil, porque es un sabor al que estoy más acostumbrado
ResponderEliminarAbrazos y buena semana